Para empezar:
Pablo Iglesias se presenta en traje de gala a la ídem de los Premios Goya porque intenta figurar -supone que la ocasión lo requiere-, pero acude remangado al Congreso -un lugar tal vez menos importante- porque él mismo se cree la figura.
Afortunadamente Podemos no es Pablo Iglesias pero, desgraciadamente, Pablo Iglesias se cree Podemos.
Podemos ha sido incapaz de levantar una organización política que elija, sostenga y supervise a Pablo Iglesias, sin embargo Pablo Iglesias se ha convertido en la única organización política de Podemos.
Podemos no necesita afiliados que mantengan y fomenten la propia organización porque Pablo Iglesias no necesita afiliados, sólo necesita votos.
El principal oponente político para Podemos debería ser el Partido Popular, pero para Pablo Iglesias es el PSOE.
Pablo Iglesias es una especie de quintacolumnista que gobierna Podemos con mano de hierro, más preocupado en erigirse como única izquierda -su principal objetivo es retar e intentar hundir al PSOE, ¿alguien recuerda lo que sucedió entre los grupos de izquierda durante la Guerra Civil?- que en echar definitivamente del gobierno a una derecha podrida y corrupta.
Podemos no necesita un líder y Pablo Iglesias no necesita a Podemos.
Pablo Iglesias no necesita a los ciudadanos porque Pablo Iglesias sólo necesita el poder.
Luego, si Podemos no controla y modera las ambiciones caudillistas de Pablo Iglesias, Pablo Iglesias vaciará y hará desaparecer a Podemos.
Fin de la historia.