Un disparate

Y como tal lo más interesante o preocupante que puede suceder con este disparate es: ¿en que porcentaje cabe la posibilidad de que pudiera darse en la realidad y cuantos de los preguntados se atreverían a no mentir a la hora de responder?

El disparate sería ofrecer a los habitantes de este país o, ya puestos, de cualquier otro de nuestra «triunfante cultura occidental», que con sinceridad y valentía elijieran entre,

1. Vivir en una carcel con todas las comodidas que en la actualidad estos centros ofrecen «gratis» a delincuentes y terroristas: no hacer nada en todo el día como primera opción, disponer de un lugar aseado más o menos amplio, habitación con cama propia, ropa limpia, patio y lugares de ocio y recreo, calor en invierno, fresquito en verano, comida, televisión, cine, un lugar para trabajar, aprender un oficio o ¡estudiar!, ver a tu familia con cierta regularidad, derechos reconocidos etc.? o

2. Trabajar la mayor parte de tu vida diez, doce, catorce o más horas diarias a costa de tu salud y familia -también descansar de ella- sabiendo que lo máximo a lo que podrás aspirar y sentirte orgulloso es un A4 que recompensará todos tus sufrimientos y privaciones -aunque luego no puedas pagar las revisiones o los cambios de neumáticos-.

¿Disparate? Seamos realistas y admitamos que para la mayoría de las personas este mundo no deja de ser un auténtico valle de lágrimas al que uno llega por azar, predestinado en cuanto a sus orígenes, futuro y aspiraciones, y en el que ha de ganarse la vida a base de tortas parar intentar sobresalir entre sus semejantes. Tengan en cuenta que «cuestiones similares» como la libertad o, por ejemplo el lujo, son excesos provienentes de otros mundos que nada tienen que ver con el mundo real, porque ¿para qué quieres libertad si no sabrías dónde ir por tí mismo? o ¿para qué quieres más dinero si no sabrías en que gastarlo -más coches, más casas, más comida…? Es mejor y más satisfactorio envidiar u odiar a los demás que pensar qué hacer con uno mismo, ellos siempre te proporcionarán los mil motivos que darán sentido a tu vida.

Dislates semejantes y otros parecidos explicarían por qué todavía la gente sigue votando a los mismos políticos que han hundido la política.

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3 Responses to Un disparate

  1. Avatar de Macarena Macarena dice:

    Desde la sinceridad, elijo la primeraopción, al menos no hay libertad desde el principio, pero podré estudiar y lo más importante, evito lo doméstico. En cualquier caso, si solo puedo elegir entre una de estas dos, me quedo con la primera. Aunque yo, puesto a elegir, elijo Canadá o Islandia. ¿Se puede?
    Besos.

  2. Avatar de Rubén Rubén dice:

    Me entrometo por primera vez en este blog, y es para secundar la idea de Macarena; yo no tanto por la libertad (ya que el propio trabajo me cohíbe casi lo mismo que una prisión, y en la carcel el tiempo de trabajo es considerado libertad ¿paradoja?, no creo), ni tampoco por lo doméstico (que no soy muy dado a hacerlo…), sino por todo el tiempo que dedicaría a pensar…. si a no tener nada más que hacer que pensar; en mi, en ti, en la familia, en los amigos, en los enemigos… en definitiva hacer eso que casi nunca hacemos (o por lo menos yo no hago tan a menudo) que es pensar.
    Y ya sabes…… ¿compramos los billetes?
    Por cierto soy Rubén, y me han hablado en varias ocasiones del autor del blog, así que espero que sepa disculparme por tan atrevida intromisión.

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