No dejan de llamar la atención los supuestos escrúpulos que la empresa de la manzana ha sacado a relucir con motivo de su último video propagandístico, o cautelas que al parecer le han hecho retirarlo de algunos medios. Será que ya comienzan a chochear, porque si su desaparecido fundador se entera, uno de ellos, allá dónde pare, es capaz de regresar al mundo de los vivos y pleitear a muerte contra sus herederos por semejante signo de debilidad.
Por otra parte no tiene nada de extraño el parto, confección y edición del tan excelentemente cuidado video, a fin de cuentas es lo que siempre ha pensado la empresa, primero ellos y después el mundo en general, un paso por debajo de su excelsa y altanera existencia.
Apoyados desde el principio en una tecnología y diseños brillantes y de calidad -al Cesar lo que es del Cesar-, jamás tuvieron reparo en denunciar y perseguir a cualquiera que, por lo civil o lo criminal, intentara hacerles la competencia o directamente alcanzarles, y lo consiguieron hasta que los avances y la tecnología coreana y china les igualaron haciendo cada vez más difíciles y farragosas las permanentes demandas -nunca sabremos cuantas ciertas, falsas o directamente inventadas- que la compañía imponía en territorio norteamericano. No le quedó más remedio que aceptar que los demás también podían ser brillantes a la hora de los diseños y la tecnología. Es lo que hay detrás de la sospechosa certeza de que, probablemente, en China se esté llegando un paso más adelante. Con el añadido de que ahora es el gobierno norteamericano el que hace de obsesivo y vigilante demandante protegiendo sus productos -siempre más caros- con la excusa de espionaje e intento de monopolio internacional. Como siempre han dicho de los dictadores, son todos unos hijos de puta, pero algunos son nuestros hijos de puta.
Otra cosa digna de estudio es cómo la compañía ha logrado imponerse exigiendo a sus compradores convertirse en fieles clientes dependientes de forma voluntaria, impidiendo la compatibilidad de cualquier adminículo o aplicación con sus caros dispositivos, obligando al orgulloso y servil propietario a adquirir y utilizar las propias o en caso contrario quedarse sin lo que le apetece por provenir directamente de un enemigo comercial; que en este caso casi es como decir enemigo jurado.
Al mismo tiempo no es raro ver cine y comprobar, o admirar, cómo los guapos protagonistas disponen del último y excelente diseño de la casi secta de la manzana. Y en el colmo de los colmos, vanidad o arrogancia, no recuerdo en qué película uno de los protagonistas hablaba de grandes genios de la humanidad que debían ser recordados y valorados por los siglos de los siglos, entre ellos Edison, Einstein y Jobs -un tipo que despreciaba a los trabajadores y los pobres, molestos fracasados, tanto o más que a sus rivales comerciales.
En definitiva y a partir del completo y más que explícito desprecio de la humanidad y su cultura que muestra el video en cuestión, solo nos queda arrodillarnos ante el último diseño de la marca y rendirle pleitesía poniendo nuestras vidas en sus manos, al fin y al cabo se trata de un dios todopoderoso que controlará, supervisará y condicionará -también educará- nuestro pensamiento, deseos, emociones y vida, hasta tal punto que sin la manzana de la discordia, perdón, sagrada, no seremos nadie en este mundo, si no lo somos ya.