Libre apuesta

Quizás haya todavía simples o muy despistados que crean casualidad la apertura de un negocio donde el propietario puede o le apetece y que tal circunstancia no deje de ser una cuestión que a otros muchos probablemente les da exactamente igual porque no les afecta como tampoco lo hace a quienes nunca se fijan porque andan más dedicados a sus cosas -bienvenidas si son propias y no impuestas- tal y como lo están los verdaderamente preocupados por el rumbo que vienen tomando sus vidas incluidas sus posibilidades reales de decidir sobre ellas junto a la mayor o menor claridad de su futuro mientras van de un sitio a otro moviéndose por lugares de los que solo advierten lo que el resto de los humanos cuando desfilan ante un gigantesco universo de publicidad que fomenta un consumo al que nos hemos habituado sin advertir que previamente nos habían preparado para considerarlo bien visto desde nuestra perspectiva de consumidores dominando sobre la hipotética y más antigua condición de personas que simulan o prefieren no darse cuenta porque en principio no les afecta que tal y como leía hace unos días por cada cuatro institutos de enseñanza o centros de Formación Profesional haya un establecimiento de apuestas justo al lado junto al que se pasa sin querer saber ni opinar porque nos hemos habituado a mostrar un higiénico e hipócrita respeto que pretende ser ignorancia o indiferencia cuando no pura impotencia al estar tan embebidos en nuestras propias carencias convertidas en una forma de ser que mira directamente a un enorme vacío excepto cuando toca preocupamos por nosotros mismos según nos lo recomiende cualquier listo o propaganda que pretenda hacer negocio a nuestra costa en una sociedad que permite que tinglados tan agresivos y desafectos como los nidos de apuestas se instalen junto a sus centros de enseñanza demostrando con ello que se trata de una sociedad gravemente enferma que ni siquiera llega a comunidad al permitir que mercaderes sin escrúpulos intenten explotar las flaquezas de sus jóvenes ambicionando captar su voluntad de hoy y de mañana junto al mucho o poco dinero del que disponen bajo el pretexto de la libertad de empresa que gobierna despóticamente una especie de agrupamiento o colectividad no sé si atontada o completamente perdida incapaz de actuar contra tales sujetos expulsándolos lejos de las proximidades de los centros de enseñanza e impidiéndoles hacer negocios a costa de las debilidades de sus menores y su poco esperanzador futuro desgraciadamente endeudado que ni siquiera tiene aspecto de afortunado porvenir al estar adornado con más oscuridad que luces que desgraciadamente muy poco o nada pueden alumbrar contra los modos de una economía tan agresiva como absurda e irracional dedicada al ciento por ciento a manipular sin escrúpulos tanto a los presentes como a sus descendientes…

 

Esta entrada fue publicada en Sociedad. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario