De identidades

Ahora resulta que el personal de Podemos, sección Andalucía, ha descubierto que sus caminos también son únicos y exclusivos, sólo les ha faltado aquello de inescrutables, como los del Señor; es decir, les sobran quienes puedan llevarle la contraria, esos tipos de otras tierras que no sienten el alma andaluza como ellos. Para eso mejor solos, así que necesitan con urgencia una autonomía con capacidad de decisión -ignoro quién decidía por ellos hasta ahora-, por lo que es forzosa la creación de una confederación nacional de Podemitas -como les bautizó el facherío- en la que cada piedra exprese y defienda su particular identidad -¡ojo! no lo confundamos con nacionalismo decimonónico (?); nacionalismo nada tiene que ver con identidad… más (?).

A este paso va a ser cuestión de que cada habitante de este anacrónico y absurdo país exija una capacidad de decisión exclusivamente personal a través de la cual pueda mostrar, como es debido, la pureza de su histórica y autónoma identidad -nada de escuchar o atender a las opiniones de otros que sólo pretenden corromper las inmarcesibles cualidades personales-; por lo cual deberemos exigir de inmediato a esos tipos que pretenden gobernarnos desde cualquier capital con ínfulas que empiecen a formalizar una confederación peninsular integrada por la suma de cada una de las identidades particulares de cada ciudadano de los que pululamos por aquí con más derechos que un romano. Hay que desterrar lo común y las trampas maledicentes del verbo compartir; y hasta que esa confederación nacional, perdón -me traiciona el maldito vocabulario imperialista-, de ciudadanos autónomos no sea afectiva la política seguirá siendo un negocio de mangantes imperialistas a costa de los dineros ajenos, que ya no serán públicos -esa fea y traicionera palabreja-, sino que se administraran a través de una hacienda confederal que regule cada una de las singulares confederaciones en la que cada uno de nosotros nos convertiremos.

El problema no es que por cada paso hacia adelante demos dos pasos hacia atrás, el problema es que cuando intentamos ir hacia adelante solitos nos caemos de culo.

 

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario