Unos tres mil individuos que se autodefinen como “antisistema” y sin embargo viven y medran dentro del sistema que detestan vienen utilizando los propios medios del sistema para intentar desmantelarlo con la aquiescencia de un típico y genuino cacique del sistema que pretende salirse del sistema que lo avala con el apoyo de aquellos para formar un minisistema igual que el mayor pero a la medida de su ambición que organice el presente y futuro de más de siete millones de inocentes que asisten al espectáculo como simples espectadores en el limbo de los sistemas.