Apunte

Todavía hay gente renuente a aceptar la verdad de ciertas, digamos, sentencias populares, pero aquella que dice que la realidad supera a la ficción, su verdad, vuelve a renovarse un día tras otro en este país tan diferente, sobre todo últimamente.

Comparadas con las razias salvajes y corruptelas recién descubiertas atribuidas a ínclitos representantes de la marca ESPAÑA el lobo de Wall Street pintaría como un auténtico pipiolo. Si el pobre DiCaprio tuviera la desgracia de caer en esta lobera saldría escaldado, bueno, no llegaría al suelo, despedazado por tan feroz jauría, ni que decir tiene lo que le sucedería a un hombre honrado, si es que todavía existen, el pedazo más pequeño encontrado sería milimétrico… y si, tal y como suele decirse con los alijos de droga decomisados, que ni siquiera se apresa un treinta por ciento del tráfico total, hubiera necesidad de limpiar esto, que la hay, lo del diluvio universal sería un charco en medio de la calle. ¿Se imaginan?

Y que les voy a contar de la banda de los Pujol, eso sí es codicia, han preferido tirar a la basura el prestigio del jefe del clan, ni siquiera ha pesado en la decisión aquello de la imagen, los libros y la historia, que al menos algo quede, con tal de intentar salvar de la quema a vástagos tan depredadoramente insaciables; dan escalofríos con tan solo pensarlo.

Dicen que El Pocero se fue a Sudamérica.

 

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