Son capaces de imaginar qué mundo tendríamos si las mujeres en lugar de vivir, pensar y votar como hijas, hermanas, esposas, madres, abuelas, amigas y amantes vivieran, pensaran y votaran como lo que, antes que cualquier otra cosa, son: mujer.
Además, no existiría el Papa, ni Nacho Vidal, ni Brad Pitt, ni esa persona con falda llamada Angela Merkel…