Incendios

Son la consecuencia, el resultado, el mal… mayor de una serie de actitudes, enfermedades y anacronismos, más o menos personales, todavía difíciles de erradicar. Muchas de ellas tienen que ver con la educación, sí, esa labor tan menospreciada venida a menos a manos de una supuesta libertad individual que en la mayoría de los casos tiene más que ver con la ignorancia y la propia necedad que con la libertad correctamente entendida.

¿Quién abre la ventanilla del coche y tira afuera… cualquier cosa, un pañuelo usado, el envoltorio de un chicle, una bolsa vacía, un preservativo o una colilla? ¿Qué tipo de persona es quien considera un derecho personal enmierdar lo que ni siquiera es suyo, supongo que es de todos? ¿Por qué no se lo traga, o lo deja en su cama, o se lo tira a su madre, o directamente se lo come y perece? ¿Qué tipo de ciudadano, de cualquier país, del mundo, como a algunos les gusta calificarse, puede hacer ese tipo de cosas? ¿Qué clase de educación tuvo, qué padres irresponsables decidieron darle la vida para dejarlo deambular como un salvaje incapaz de respetar lo que no es suyo? ¿Qué derechos le asisten para ofender a los demás con su comportamiento? Dejo al gusto de cada cual lo que debería hacerse o decirle a un tipo así, aunque personalmente pienso que en muchos casos desgraciadamente es ya irrecuperable, es más, al sentirse increpado aventuro que saldría con lo que suele ser habitual en estos personajes, aquello de que lo hago porque con lo que yo pienso es con los cojones.

He dejado para la segunda parte la otra posible causa de los actuales incendios, la que en principio parece, no sé por qué, más peliaguda. ¿Quién fuma hoy día? Aquí se nos echarían encima cientos gritando no sé qué de libertades, derechos, opresiones etc. Puedo entender perfectamente que alguien disfrute fumando y se procure a cualquier precio el tabaco adecuado, libre de aditivos y compuestos químicos que buscan más la adicción que el placer; quiero creer que todavía hay tabaco natural sabroso y aromático, una auténtica delicia para el buen fumador, pero desgraciadamente no es lo que se mete entre pecho y espalda la mayoría de los fumadores –¿enfermos?- que hoy día exigen libertad para envenenarse y llevarse con ellos a los que están a su alrededor. Si todavía hay gente que duda de que el tabaco que en la actualidad mayoritariamente se consume lo que menos contiene es tabaco y que se trata de un invento que una serie de señores pone en circulación para ganar dinero a costa de la estupidez humana, lo siento por ellos, su inteligencia es bastante roma, y como tal su voz y voto bastante discutibles; pretenden debatir acerca de una libertad que nadie daría a un leproso que exigiera su derecho a vivir entre los demás a pesar de su enfermedad. El tabaco hoy día se fabrica para jóvenes recién estrenados a los que igual les venden un coche pequeño y malo, una bebida refrescante hecha de desechos químicos, un teléfono inútil, un juego para tarados o un futuro muerto, y además se lo creen; o para adultos aquejados de un grave problema de adicción al que, siendo benévolos, todavía no saben cómo enfrentarse y se violentan por ello. O para auténticos enfermos afectados de problemas de autoestima, con dificultades a la hora de relacionarse con los demás o abrumados por una soledad que les hace incapaces tanto de enfrentarse a sí mismos como de pedir ayuda para intentar solucionar su problema. Sólo saben hablar de una libertad de fumar a la que ellos, por encima de los demás, tiene derecho, acusando al resto de ser unos inquisidores y prohibicionistas fascistoides que nada quieren entender. Dinosaurios que añoran un pasado que ya no existe y se niegan a reconocer un presente demasiado duro al que su adicción les impide hacer frente. Solución, la culpa siempre es de los demás.

Con esto empezaba todo, un tipo arroja una colilla mal apagada por la ventanilla del coche e inventa un terrible incendio que se lleva por delante mucho más que unas vidas… Luego nos tocará ser dialogantes y aceptar sus disculpas, si es capaz de reconocerlo… ¿ustedes que harían con él?

Esta entrada fue publicada en Sociedad. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario