La despedida

Encendido el motor el vehículo se aleja lentamente mientras sus ocupantes libres retuercen la mirada hasta límites dolorosos buscando otros ojos inmóviles y recluidos que se alejan quedándose, ninguno convencido de una despedida y partida que nadie quiere pero tampoco nadie ha podido evitar. Ella permanece en pie buscándose y perdiéndose en el coche que se aleja hasta disiparse desorientada en la ausencia de palabras, su imposibilidad, sin brazo al que asirse ni mano que acariciar, sin otro intento de mirada imposible, un último beso, una retractación, una súplica, mientras su rostro va poco a poco palideciendo amordazado por la soledad más severa e incapaz de soportar una repentina e hiriente orfandad que ahonda sin piedad en su intimidad más viva hallando sólo desesperanza, sinsentido y vacío; una figura erguida en medio de ningún sitio que, cruelmente humana, se siente tan, tan impotente que, más que ejemplificar una presencia que es, muestra el más crudo escenario que no todos pueden soportar, una sombra de luz incapaz de organizar un gesto, una mueca, una lágrima, un adiós, alguna esperanza, la viva imagen de una indefensión que en esos momentos es inexistencia, un cuerpo extraño en un mundo de idas, venidas, gritos e indiferencia capaz de crear y dejar abandonada a la más terrible y humana de las soledades.

Esta entrada fue publicada en Literatura. Guarda el enlace permanente.

1 Response to La despedida

  1. Avatar de Macarena Macarena dice:

    Vaya tela, parece que sepa de quién hablas.
    Un beso.

Deja un comentario